Nuestro proyecto consiste en sembrar semillas y plantones de árboles y arbustos autóctonos en zonas desprovistas de vegetación de Granada. Además, para evitar que las plantas mueran por la falta de lluvias y los veranos cada vez más largos y calurosos, las regaremos al menos durante los dos primeros años. Así luchamos contra el cambio climático y evitamos que Granada se transforme en un desierto.