Teaming-Manager seit: 08/07/2016
Ser discapacitado en Haití equivale a ser abandonado por la familia y maltratado por la sociedad, ser un estorbo, y las madres están presionadas por la comunidad para que abandonen a sus hijos en la calle aunque reciban abusos de todo tipo. Kay St. Germaine en Pto Príncipe integra estos niños en un programa sanitario y educativo que mejora y fortalece la autonomía del niño y lo protege de un entorno hostil y violento, y ofrece empleos dignos a las madres que luchan por sus hijos.