Quiero dar públicamente gracias a Cristina, la entusiasta que lleva el albergue de SOS Podencos en Vilamarxant, Valencia. Tengo allí alojada una gata que fue atropellada en febrero y quedo incontinente y semiparalítica. Cristina se está desviviendo por atender a esta gatita y no puedo estar más agradecido por tantos cuidados, desvelos y excelente trato que el animal está recibiendo allí. Gracias, Cristina. (Por cierto, acabo de abrir un teaming para contribuir a la manutención y gastos médicos de esta gata que se llama Caperucita; el teaming es Caperucita: gata atropellada; lo digo por si alguien se quiere apuntar).
No puedo estar más de acuerdo con tu opinión sobre Cristina. Yo la conocí cuando, por casualidad, coincidimos en la residencia de Karina Goss y me pareció una chica muy dulce y honesta.