Buenas Teamer!
Como os comentabamos, Luis nos llevó a visitar 3 comunidades etnia Gnöbe en Chiriquí: Chirigagua, El Matadero y Orégano en Divala. En esta última, observamos algo que nos impresionó bastante: la comunidad, de unas 47 familias, estaba rodeada por un río, y quedaba incomunicada con las crecidas. Una de las mamás de familia, Maribel, nos explicó que cuando el río crecía los niños no podían ir a la escuela. Así que decidimos hacer algo muy loco que nunca antes habíamos intentado: ¡construir un puente! Parece que era cosa del destino: precisamente nuestro amigo Leiva, donde aparcábamos la autocaravana, sabía soldar y ya había hecho un puente antes, así que se ofreció a apoyarnos... ¡pero habíamos gastado en los materiales escolares el presupuesto del mes! De nuevo el destino cuadra: nuestra historia llega a oídos de una madre de familia en Cádiz, Montse y su familia, que se ofrecieron a pagar los materiales. Entre toda la familia, amigos y compañeros de trabajo, Montse recaudó el dinero para el puente. ¡Ahora sí que podíamos seguir! Así que…
¡CONSTRUIMOS EL PUENTE!
Leiva nos fue orientando en todo el proceso. Fuimos a comprar los materiales, y poco a poco fuimos terminando el puente: Primero, unimos las carriolas de hierro de dos en dos para hacer la base, y cortamos y soldamos las vigas transversales para crear un buen esqueleto. Luego, colocamos las láminas de zinc, las barandillas, y lo soldamos y lijamos todo. Por último, lo sellamos con una capa de pintura plateada antioxidante. Et voilá! Nuestro primer puente cobró vida. ¡Ya solo quedaba llevarlo!
Nuestro amigo Norman, viajero que ya colaboró con nosotros mano a mano en Nicaragua, se ofreció a cargar el puente en su pickup. Así lo llevamos hasta la comunidad de Orégano Divala, donde los miembros de la comunidad nos ayudaron a colocarlo. ¡Hasta los niños pusieron piedras para fijar el puente! Después de inaugurar el puente “Caichiri” (nombre que Montse y su familia eligieron y que significa regalo de Cádiz a Chiriquí), reunimos a los más pequeños. Repartimos material a todos los niños y luego hicimos cuentacuentos interactivos y teatro de marionetas. El fin de fiesta fueron los cantajuegos y la piñata. ¡Lo pasamos en grande!
También visitamos las comunidades Gnöbe de Matadero en Divala, y Chirigagua, donde hicimos nuestro show de marionetas y cuentacuentos, bailes y cantajuegos. En total en las 3 comunidades, hemos repartido 160 packs de material escolar para el nuevo curso
Y todo esto, una vez más...¡GRACIAS A TÍ!
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