Refuge Lapalomatriste

Soy Paloma de Granada. El pasado verano cogí del suelo un pichón de apenas un par de días y 20 gr de peso. Miriam me ayudó tranquilizándome por teléfono y enseñándome a sacarlo adelante hasta que - con 3 semanas - se convirtió en un pichoncillo apenas emplumado pero guapo, listo y amoroso. No podía tenerlo en casa porque pronto empezaría a volar y mi perro no es precisamente amante de las palomas y Miriam una vez más me rescató de la angustia abriéndome las puertas del santuario. Allá que me fui, a Castellón metida en el AVE con mi pajarillo y cuando llegué vi lo enorme de su proyecto, las miles de palomitas que encuentran amor, refugio y sustento allí y también lo mucho que necesita nuestra ayuda. Por favor, difundir y si os animáis podríamos hacer un encuentro de 2 o 3 día y arrimar el hombro "in situ" que todas las manos son pocas.

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