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DEP PEQUEÑA
Hoy es un día triste en el santuario, a pesar de que apenas hemos dormido y de que no podíamos dejar de lado el día a día del santuario.
Ayer salíamos hacia Guadalajara de madrugada para poder ayudar a esta corzita a la que todo el mundo denegó su ayuda. Por ser especie cinegética no merecía ni ser atendida en un centro de animales salvajes.
La trajimos a Madrid y la llevamos a una clínica 24 horas, tras las pruebas nos confirmaron que tenía una fractura abierta con el hueso expuesto de difícil resolución. A pesar de ello y sin saber cuánto tiempo llevaba sin comer ni beber la trajimos al santuario y estuvimos hasta las 4 con ella… comió manzana, alfalfa, bebió un poco de agua y bebió con ganas agua con azúcar.
Esta mañana lo primero que hicimos era ella, por favor que siguiera con vida y fuerte, la habíamos prometido que para nosotros si era importante.
A lo largo de la mañana nos confirmaron desde un hospital veterinario que a primera de la tarde podían operarla. También un lugar con corzos rescatados donde podría vivir… pero Ana ha guardado sus fuerzas y al llegar al hospital ha fallecido en nuestros brazos. Poco a poco se ha ido apagando sin que pudiéramos hacer nada.
Estamos enfadados porque no entendemos porque a unos animales sí, a otros no. No entendemos porque no la ayudaron ni en el centro de recuperación ni la guardia civil. Enfadados y frustrados porque a pesar de intentar hacer lo mejor a veces no es suficiente.
Nos queda el consuelo de saber que no moriste sola, deshidratada y mientras te arrastrabas por el campo. Nos queda el consuelo de que lo intentamos y decidiste irte, en paz.
Somos los humanos los que cambiamos la consideración de los animales, todas las vidas importan. Todas las vidas son dignas de respetar, cuidar y luchar. Descansa en paz pequeña.