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Hopper...un snauzer q dió con sus patitas en la perrera de la Fortuna de Madrid.

Hopper llegó a la perrera (de donde somos voluntarias) con pánico y terror...apenas dejaba q le tocaras y ni siquiera con salchichas nos le ganábamos.

La pena y tristeza de su situación hizo que una voluntaria (con la mejor intención del mundo), lo adoptará, con la mala suerte de que fue incompatible con su gato.

Aquí empezó su verdadera historia de desafortunadas adopciones...

Le buscamos los voluntarios una nueva casa de acogida, donde estuvo dos meses. Pero Hopper no llegó bien...tantas vueltas le habían hecho desconfiar de todo y comenzó a sociabilizar fatal...ladraba a los perros, a las personas en la calle...tenía verdadero pánico!

En casa era el perro perfecto: mimoso y muy cariñoso y obediente. Pero la situación de la familia hizo que tuviéramos q buscarle una nueva acogida.... otra más y un estres tremendo para todos...para él y para nosotras...

Pero se consiguió! ...o eso pensamos...porque poco duró ya que le entró ansiedad por separación en este caso.

Así q lo peor que pudimos hacer con él ya había pasado. Le teníamos dando vueltas y eso no era bueno para él.

Así que tomamos la inconsciente medida de llevarle a la residencia donde tenemos otro perro amadrinado pero...sin padrinos. Hopper NO podía volver a la perrera. Eso lo teníamos claro...

Pero el problema es que somos voluntarios (muchos sin trabajo) y no podemos afrontarlo!

Hopper recibe adiestramiento diario y sociabilizacion diaria con perros y personas, para prepararle y que sea el mejor perro q hayamos conocido nunca! Jaja!

Pero no podemos fallarle. Esta es su última oportunidad y necesitamos padrinos q nos acompañen.... ¿Quieres ser tú uno de ellos? Venga...anímate!!!