“Nadie se queda atrás”
Este es un proyecto que está pensado en un entorno en la periferia marginal de Tegucigalpa. Se trata de un barrio abandonado por las instituciones del gobierno hondureño donde no apenas llegan los servicios básicos, ni alcantarillado, ni letrinas, agua corriente, ni centros de salud y muy pocas escuelas públicas. A través de este proyecto pretendemos que 480 niños y niñas de la escuela Santa Teresa de Jesús, puedan incorporarse al nivel de prebásica y primer grado en las condiciones nutricionales y de salud después de sufrir las consecuencias de escasez durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19. Si antes de que llegara el COVID el ingreso medio de una familia en Honduras era de 1 euro al día… ahora con la pérdida de miles de empleos, sin poder ganarse el pan de cada día para muchas el ingreso es 0. El que tiene comida, no tiene agua o no tiene leña para cocinar… Sumado a esto se encuentra la situación surgida tras los dos huracanes que han invadido Honduras.
