Las Escolas de Paz garantizan a niñas y niños el acceso a las necesidades más básicas como la educación, la salud, la alimentación, la ropa o incluso un lugar donde dormir. El proyecto nació para que los niños y niñas de las comunidades rurales de Mozambique aprendan, rían, jueguen y, en definitiva, sean felices. Porque no importa dónde les haya tocado vivir, todos merecemos tener la misma igualdad de oportunidades.